Definitivamente, vivir todo esto que se vive cuando uno se convierte en padre, es una montaña rusa de emociones, buenas y no tan buenas y hoy, traigo unas ganas de llorar...
Y es que, dan ganas de llorar cuando:
- se te enferma
- tose
- se ahoga con sus propias flemas
- vomita todo lo que comió
- se despierta
- no duermes
- quieres que ya se cure y nomás nada
- tú te enfermas!
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