miércoles, octubre 13, 2010

... el exprimidor ...

ya es octubre

mua ja ja

En una oscura y polvosa calle, en las tierras olvidadas de "clane" se encuentra El Exprimidor.
Es un antiguo fuerte, desolado y maltratado, frío y gris, nadie habla, no hay risas, solo malas caras y personas deformadas por el mal trato. Algunas tienen los ojos rasgados y son largos y delgados, algunas tienen panzas desbordantes, dientes chuecos y risas macabras, otros más tienen ojeras kilométricas, y severas adicciones a seguir picando piedra.

Las personas que son absorbidas por el exprimidor, enseguida empiezan con su proceso de "exprimición". Son exprimidos poco a poco, del cerebro, del corazón y del alma. Pierden las ganas de sonreir, de trabajar, de platicar, de reir, de crear. No lo perciben a primera instancia ya que cada 15 días tienen una recompensa, como un premio para los perros, pero es avanzando el tiempo, como se percatan de que sus órganos, su carácter y vida han sido exprimidos.

Las lágrimas que a los pocos meses derramaban ya no salen, ya no hay. Las risas que al principio explotaban ya no se escuchan, se han muteado. Las quejas que alguna vez surgieron a la luz han sido sumergidas en el sótano más profundo.

El exprimidor siempre quiere más, siempre. No le basta con lo que tienes, con lo que le das, aunque sea todo lo que tienes. Todo nunca será suficiente.

En el exprimidor uno logra entrar, pero, logrará salir?
Yo que tu, no me atrevería aintentarlo.

martes, octubre 05, 2010

... martitis ...

Después de la depresión que causa el lunes, en el que un alto porcentaje de la gente trabajadora deja grabado con su ausencia, con esa ausencia que hace que lo único bueno que tenga el lunes sea un camino libre de gente malvibrosa al volante; viene el martes. En verdad yo no se en qué se basa el mundo para volverse loco los martes.

Siendo observadores, en martes siempre hay más tránsito, en la mañana y en la tarde, salgas a la hora que salgas y las cosas no salen tan bien como saldrían en un miércoles o en un jueves. Odio ser observadora de esta situación que nunca había notado, nunca hasta que conocí a Javi, quien se ha caracterizado por ser un odiador de martes, y que además el martes lo odia de igual manera.

El martes, todo lo que pueda salir mal saldrá mal, se descompondrán los semáforos, te cambiarás a los carriles que no avanzan, tardarás más de lo normal en llegar a tu trabajo y tendrás que dar 3 vueltas a la cuadra para encontrar lugar, porque el estacionamiento público de confianza ya está lleno y el otro te cobra 20 malditos pesos la hora!; tendrás todas la juntas, tu comida te saldrá mala, florecerán bomberazos, saldrás tarde de la oficina, encontrarás (por supuesto) más tráfico al regresar, etc.

El martes te odia. El martes está cansado de ser martes porque todo mundo lo odia; porque la gente que no fue a trabajar el lunes por estar demasiado ahuevada, odia más al martes porque ahora si no hay pretexto para faltar al trabajo, o a la escuela.

Lo que nos lleva a una grave y severa inflamación del martes, meaning martitis aguda.

Yo soy partidaria de que la gente de ahora en adelante haga san martes en vez de san lunes, porque en verdad, la martitis va a acabar con mis ganas de trabajar... si tuviera.