viernes, enero 16, 2015

... el recuento de los daños ...

Siempre me gusta hacer recuentos de lo que ha dejado el año que termina y me gusta ver hacia adelante y pensar, imaginar y prepararme para lo que podría suceder en el año entrante.

Lo mejor, mejor, mejor que me ha podido pasar este año fue tener a mi bebé, ver como va creciendo y aprendiendo cosas nuevas a pesar de ser tan chiquito. Amo su carita, amo sus ojos, amo la forma en que me mira cuando le doy de comer, y como me agarra con sus manitas y mueve sus piecitos como chinicuil, amo cuando está comiendo y me sonríe, y me platica tantas cosas (con la boca llena), amo cuando despierta de buenas y sonríe cuando me acerco para sacarlo de su cunita, amo cuando ríe a carcajadas y hasta le da hipo y amo cuando lo agarro a besitos y lo disfruta. Amo ver cómo va aprendiendo, cómo distingue nuestras voces, como agarra los objetos y se concentra, como "hojea" sus libros, cómo se mete todo a la boca, los dedos, la mano entera...

Ahora está aprendiendo a mantenerse sentadito, a rodarse, a intentar avanzar estando boca abajo, aunque aún no gatea... Le gusta que le cante "abrir, cerrar" siempre es buena idea si quiero terminar o interrumpir un berrinchito. Le gusta jugar con sus manos y con las mías, jugamos "marinero" y "por aquí pasó un caballo", se agarra los pies y se la vive con los dedos abajo de la lengua jalándose la mandíbula... 

Con esta nueva experiencia de ser mamá, termino un 2014 muy cansada, si, pero satisfecha de saber que hice mi mejor esfuerzo para poder darle lechita y lo logré (que ahora le estamos intentando con la fórmula en la noche para poder dormir mejor, es supervivencia pura). He aprendido a hablar un poco más de mis sentimientos e ideas, sobre todo cuando me enojo... He aprendido a delegar (un poco) y a tomar lo mejor de los consejos de las personas que nos quieren, y también a no tomar lo que no me sirve o lo que me hace daño. Estoy aprendiendo a ser más paciente, aunque a veces quisiera salir corriendo como sheldon disfrazado de flash hacia el desierto y gritar lo más fuerte que pueda... Estoy aprendiendo también a no ser tan aprehensiva y a comprender que no pasa nada si dejo a mi hijo encargado una hora, o dos, o seis y que a pesar de que yo creo que sólo yo lo voy a educar mejor que nadie, el siempre está aprendiendo cosas de todos. Estoy aprendiendo a ser mejor equipo con mi esposo y a equilibrar nuestros puntos de vista, para llegar a tener la combinación perfecta entre el niño silvestre y el sobreprotegido, el encuerado y el tapado, el que se chupa la mano que acaba de lamer el perro y el esterilizado...

Mi cuerpo no es el mismo, y tal vez algún día vuelva a serlo y tal vez no, trato de no agobiarme pero trato de no olvidar hacer algo al respecto (pero siempre se me olvida a la hora del monchis). Mi piel sufrió un poquito, entre el invierno y el bebé, pero supongo que con el tiempo se resolverá. Mi cana que me sale enmedio de la cabeza no la encuentro, se que está ahí, la escucho crecer, siento su presencia pero por más que la busco no la he hallado... Te atraparé canija, aunque sea lo último que haga, lo último que hagaaa!

Las noches ahora las paso en modo zombie, hay veces que ni me acuerdo si me paré o no, si le di de comer o no, a que hora, si le cambié el pañal, si hay que pararse otra vez, si me saqué la leche, si me quedé dormida... Y todas las mañanas, sin excepción alguna, ruego porque me deje dormir 5 minutos más, tan sólo 5, o 20, o 45... Porfis... Porfitas...

En resumen, el 2014 fue un año muy atareado, de mucho aprendizaje, emociones y sentimientos nuevos e intensos, y creo que es una probadita de lo que me espera el resto de mi vida.


1 comentario:

Unknown dijo...

Hola Gery me eché todo desde mayo y me encanta como escribes puedo leero todo de corrido y lo disfruto mucho. Muchas gracias por compartir tu vida es preciosa y te felicito por ser una mamá excelente tu hijo está precioso está abrazable su mirada me encanta y su piel muy suave te felicito y a Memo también.