domingo, diciembre 14, 2014

... 4 meses ...

El tiempo vuela, si, es horrible. Abres los ojos y de pronto ya pasaron 4 meses, y tu hijo ya es todo un hombre... Ok, no, pero si ya cumplió 4 meses, y amo ver cada día lo nuevo que va aprendiendo.

Un día de la nada, jugando con él, por fin me soltó una carcajada, y siguió riendo y riendo por un buen rato, me emocioné tanto que lo grabé (je que cursi), es un sonido tan hermoso que te llena el alma, te quita el cansancio, las arrugas, es más te pone guapa, maquillaje y hasta tacones. Te sientes la mamá de los pollitos (aunque sólo seas la mamá de tu pollito) y crees que puedes dominar al mundo. Y luego llamas a tu esposo para que lo vea, intentas hacerlo reír de nuevo, y ya no se ríe...

Ya tuvo su segunda dosis de vacunas, y oh, que horrible es, pero ni modo, te mentalizas y respiras profundo, para estar lista para calmar su llanto una vez que empiece. Porque a fin de cuentas, vale mil veces más una lloradita que una enfermedad. Hablando de enfermedades, ya se nos enfermó, le dio una tos-gripa que afortunadamente no pasó a mayores; lo más feo fue que con la tos un par de veces se estaba como ahogando, pero "pajarito, pajarito", manos arriba y se acaba la tos. Este episodio de tos-gripa, hizo que rompiera un poco el ritmo que estaba empezando para dormir, y estaba durmiendo terrible el pobre. Gracias al cielo ya está bien y ya duerme mejor de nuevo.

Sigue comiendo pura leche materna y yo súper orgullosa y feliz de haberlo logrado, me costó, me costó, pero lo logré, ¡no me di por vencida! Cuando le dije a mi doctora que le había estado dando cada hora, me dijo: "uy, pus ora si que ni como ayudarte"
Poco a poco va comiendo más espaciadito, a veces se echa dos horas, y tal vez hasta un poquito más. Amo verlo comer, y amo pensar que le estoy dando lo mejor que puedo darle.

Y bueno, la verdad es que no podía ser todo miel sobre hojuelas... He comido muchísimo, mi apetito es feroz, y me siento más gorda que cuando estaba embarazada. Lo más extraño es que estoy medio kilo más abajo que cuando me embaracé, pero realmente estoy más gruesa, me volvieron a salir mis estúpidos gorditos y no me termina de bajar la panza. Tengo una faja pero uso el pretexto más mínimo para no usarla porque realmente es incómoda... Pero bueno, creo que el tiempo (y tal vez un poco de ejercicio) me ayudarán.


No hay comentarios.: