El tiempo sigue corriendo y cada vez nos acercamos más a la recta final.
Yo me había estado sintiendo súper bien y con mucha energía, entonces se me hizo súper fácil organizarle a Memo una fiesta sorpresa.
Con organización y ayuda de amigos y familiares, ¡logramos que todo saliera a la perfección! Hubo globos, pastel, botanas, taquitos, música y la sorpresa, sí fue sorpresa (que era básicamente lo que más me preocupaba).
Terminamos como arañas fumigadas, y desde ahí como que no me pude recuperar... Lunes, martes y miércoles me sentía muy cansada, como agotada. El miércoles me fui a hacer los últimos análisis, y luego fuimos a comer pozolito, y pues creo que no fue tan buena idea. Ese día en la noche, retortijón espantoso en la madrugada, lo mismo el jueves.
Viernes en la mañana, ultrasonido, al parecer todo muy bien, pero Bruno tiene un poco de agua en su riñoncito izquierdo, lo cual puede significar que:
1. en el momento del ultrasonido simplemente tenía lleno su riñoncito porque lo iba a vaciar
2. tiene un poco de líquido en su riñoncito y a la hora del nacimiento lo puede expulsar naturalmente
3. tiene un poco de líquido pero a la hora del nacimiento no lo pueda expulsar.
Nos dijeron que no es de preocuparse, que un alto porcentaje de bebés nacen así y simplemente lo expulsan a la hora de nacer, pero que si hay que checarlo...
Luego consulta, por los retortijones me mandaron dieta estricta por 3 días, lo más doloroso, cero lácteos y aguacate, y con los resultados de los análisis en mano, resulta que tengo un poco de anemia... por eso me sentía tan cansada. Así que primero a curar la panza y luego a recuperar mi sangre.
El sábado fue el peor día ya que me atacó una diarrea espeluznante, más el cansancio, más la dieta, más el dolor de espalda y cuello por estar acostada tanto tiempo, más uno que otro achaque por ahí...
Prffff... casi que quería llorar.
Pero gracias a Dios y a los cuidados de mi esposito, el domingo me sentía de maravilla, con energía de nuevo, ya mejor del estómago, en fin, bastante recuperada.
Fue un fin de semana de sustitos, pero seguimos y seguiremos dando lata; nos faltan 2 semanas y media para llegar a la meta, así que sólo es cosa de cuidarse mucho y estar atenta a los mensajes del cuerpo...
Ahora mi única preocupación es que mi doctora sale de viaje y regresa hasta el 11 de agosto... así que mi niño, aunque ya muero por conocerte, no te me adelantes plis plis!
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