Hay veces que despiertas triste o llorando o enojado o nervioso. Con sed, con frío, con calor o peor aún con retortijones.
Son las 3 de la mañana y te despiertas de un sobresalto, todo sudoroso y muriendote de sed... No quieres bajar por agua, porque abajo no hay luz, y qué miedo! de cualquier modo bajas, pues tu sed es más fuerte que cualquier cosa que se pueda aparecer en la oscuridad, además, seamos realistas, puedes encender la luz y todo lo malo desaparecera (aunque sea por esos instantes)! Ya cuando estás en la cocina, no quieres volver a dormir, algo soñaste, bien feo, pero no recuerdas qué fue y prefieres no regresar a la cama; asi que ahí sentadito en la silla de la cocina, todo lampareado, encorvado y con el vaso de agua en las manos temblorosas decides que mejor te pones a lavar los platos de la cena... Los lavas con toda calma, poquita agua y sin ruido, no vayas a despertar a alguien!
Terminas y decides que es hora de volver a dormir, debes de lograrlo porque ya dieron las 3 y media y tendrás que pararte pronto...
Muy a tu pesar regresas a la cama, tratando de que nadie te siga. Te metes a la cama y cierras los ojos, bien fuerte pero tratando de relajarte, con las cobijas hasta la frente y sigues tratando de relajarte. Cambias de postura unas 6 veces, hasta que por fin la encuentras, la indicada, la mera buena que te hará dormir...
Son las 6 am y te vuelves a despertar de un sobresalto. Maldición, ahora si recuerdas lo que soñaste! &#^$%#@
Te encontrabas en un viaje, en el bosque, en un entorno poco común para ti con gente poco conocida y eres juzgada a morir, tan feo tan feo que ni escuchas lo que te están gritando, porque no puedes creer que esa persona esté diciendote esas cosas... Sólo te quedas pasmado como la carita del messenger, esa que tiene los ojos enormes y la boquita de línea.
Con ganas de llorar y sin comprender que pasó es que te has despertado ahora... Y estás muy triste, y sin hablar y sin cantar y sin apresurarte tratas de pensar, en fin fue solo un sueño, pero el malestar te sigue todo el trayecto a la oficina, como esas agruras horribles que te dan cuando comes mole o algo así...
Sabes que no verás a la persona que te hizo sentir miserable, lo cual es malísimo, porque si tuvieras justo enfrente de ti a esa persona aunque sea le hubieras podido dar unos buenos cates o un pellizquito por hacerte sufir, y esa persona te hubiera abrazado y te hubiera dicho que jamás podría pensar esas cosas de ti, pero el hubiera no existe... Lo único que te queda es resignarte y tratar de superar ese estúpido sueño que hace que todo el día escuches tu lista de rolas tristes en el ITunes...

...Ai culd jeit yu borai forguiv yu!