Cada día descubro que ha aprendido algo más.
Ya une dos bloques, mete figuras en los juguetes de siluetas, aunque a lo mejor no mete el correcto, pero hace que quepa jaja, le pone la tapa a su biberón, ya comprende causa-efecto, toma sus juguetes y los avienta al vacío a ver qué sucede, abre puertas, acaricia un poco más suave a bruce, mete popotes por orificios pequeños y hace movimientos mucho más delicados, se come la tierra de la maceta, enciende la luz del horno, "lee" y baila.
La hora de la comida ya no es de tanto sufrir, he empezado a sustituir sus juguetes por pedacitos de comida, y con esos ya se distrae y hasta se los come, sobre todo el PAN! Ama el pan, desde que lo descubrió no lo suelta, y cada que come me pide pan. ¿Que cómo lo se? Ah pues porque un día que estaba comiendo pan, le enseñé la seña de "más", que es con las manitas hechas "piquito" y juntar los dedos como si se dieran un besito... Pues ahora cada que come me "aplaude" porque no puede hacer los piquitos, y estoy casi segura que el interpreta esa seña como PAN y no MÁS. Bueno, el chiste es hacerse entender... que no?
Hacer la comida me cuesta mucho trabajo, me tardo mucho y no es muy rica, pero poco a poco voy haciendo cositas que le gustan.
Ha dormido mejor, pero obvio en mi cama, y definitivamente le hablé a la profesional del sueño, nada más que me dio cita hasta septiembre uf! Así que mientras, me duermo abrazadita con él (lo que se deja, porque ni siquiera le gusta taparse). Creo que la que va a sufrir con pasarlo a su cama voy a ser yo!
Lo llevamos por primera vez al columpio, y lo amó, y luego a la resbaladilla y además de que le encantó, la trepó de subida!!!
Es un traviesillo y lo amo, amo su sonrisa, sus ojitos y su forma de ser. Es una tarea muy difícil ser mamá, pero a la vez, es padrísima.
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