jueves, marzo 07, 2013

... dominancia ...


Estos últimos días han sido muy difíciles y estresantes, es más, ni hambre me ha dado... bueno si, pero poquita.
Tenemos 2 perritos en casa, dos hermosos perritos a los cuales amo con todo mi corazón como si fueran mis hijos, Bruce, el grande tiene 2 años y medio y Thor el chico tiene 11 meses. Resulta que el 31 de diciembre los llevamos a un lugar donde se quedarían por 6 semanas a entrenamiento correctivo, porque habían empezado a pelearse mucho.
Con el pasar de las semanas, íbamos a visitarlos y pues veíamos un avance.
El sábado regresaron los perritos a casa, hubo un poco de tensión, pero al final del día pensé que todo iba a estar bien, estaba exhausta, pero feliz.
El domingo por la mañana empezó la primer pelea por la comida, nunca habían peleado por la comida, nunca, pero el domingo si. Luego a medio día otra, y luego otra, total que a la 5a pelea ya estábamos súper estresados, nerviosos, tristes, desesperados. Obviamente los mantuvimos con la correa y separados (no encerrados ni nada, pero si separados uno del otro, aunque fuera por poquito), pero en esa 5a pelea Bruce alcanzó a lastimar a Thor y no nos gustó nada.

Tomamos la decisión de separarlos, y empezamos a buscar un dueño nuevo para Thor.
Mientras lo buscábamos, nos sugirieron castrar a ambos perros para poder quedarnos con ambos y que su dominancia baje.
Apareció un candidato muy bueno para Thor, pero a la mera hora no se hizo y optamos por la esterilización. No nos encantaba esta opción, pero tratamos de verla como una opción que nos ayudaría con las peleas, y por supuesto, a quedarnos con ambos.

Ya van algunos días después de la operación, y sabemos que no es fácil, que tenemos que seguir trabajando con ellos, y nuestros malos hábitos... Aún sigo buscando cuáles son, porque según yo no somos tan malos padres-humanos para hijos-perros. Los sacamos a pasear diario, jugamos con ellos, y los queremos... y bueno, ya no los dejamos subir a la cama, ni al sillón (porque todavía no nos los regresan), les damos de comer después que nosotros y cuando entramos a algún lugar ellos van después. Los corregimos cuando hacen algo que no deben hacer, y tratamos de corregir nuestras acciones, posturas, voz, etc.

Veo al encantador de perros, veo cómo logra cambiar perros que están al triple o "más pior" que los míos, veo lo que hace y cómo lo hace, veo su magia y trato de mantenerme "calmada y asertiva" pero a veces, no me sale. Soy nerviosa, trato de no estarlo, pero el tic en el ojo, las mariposas en la panza y el no poder dormir, me delatan.

Tengo mucha esperanza en que vamos a lograr salir adelante con los dos perros, creo que todo tiene solución, eso me lo enseñaron mis padres, solo que cuando no encuentro la solución rápido, me dan ganas de darme por vencida... y luego veo a mis lindos perritos y me regresan las ganas.

Estoy cansada pero lo seguiré intentando.

(César Millán, si estás por ahí, AYÚDAMEEEEE!!!)

1 comentario:

Armando dijo...

Carlos Millán vive en ti... abre el corazón y lo entenderás...