lunes, enero 17, 2011

... la maquinita ...

Te paras frente a ella.
La ves, la examinas, la recorres con la vista buscando eso que te hará feliz y que llenará tu molesto estómago vacío.

Lo encuentras.
Buscas en tu bolsa del pantalón unas monedas.

Dudas un poco antes de meter las monedas en ella.
Te fijas bien que tu producto esté cerca de la espiral del mal.

Estás listo?
Estás seguro de lo que vas a hacer?
Estás conciente de que el destino de tu moneda y de tu desayuno es completamente incierto?

Bien, pues allá vas.
Metes las monedas, una a una, verificando que el contador de saldo vaya cambiando correctamente.

Aquí tienes 3 caminos que marcarán tu vida para siempre.
El camino A es que la máquina leerá correctamente tus monedas, elegirás tu producto y te irás feliz con esos bimbuñuelos que tanto te gustan.

El camino B feliz es que la máquina no leerá ninguna de las monedas y te quedarás sin desayunar, y el infeliz, que la máquina se tragará por completo tus monedas y te quedarás sin desayunar y más pobre de lo que venías.

El camino C no es tan feliz, no, de hecho es una historia de angustia e incertidumbre; horror y fuerza, y sucede cada mañana.
Si es que la máquina leyó correctamente todas tus monedas, y repito, "si es que", ahora tienes que elegir tu producto.
Un momento, no sabes cuál es exactmante el numerito de tu producto. Hay 2 que podrían ser, será el F3 o el F4?
Por qué no ponen el numerito exactamente en medio del producto pa que uno no se equivoque?

Ayy... ok, supongamos que es el F3, queridos bimbuñuelos, vengan a mi!
TRRRR
la espiral se mueve, se mueve, se mueve, y termina su ciclo pero tu producto no cae.
Se quedó atorado en la espiral por la parte trasera!
Lo que sucederá a continuación es vergonzoso, caerás en el juego sucio de la máquina, donde ella se hace pasar por una decente maquinita proveedora de desayunos y felicidad, y tu quedarás hecho un tonto salvaje, como homero simpson cuando se queda atorado entre dos máquinas expendedoras.

Primero obviamente tratas de dialogar con la máquina:
-ahhh estúpida máquina de mier... !

Después tratarás de hacer lo que nunca nadie ha logrado (y no se por qué lo hacemos) pero siempre ha sido intentado: vencer al mecanismo de la puertita de salida de producto, que cuando se levanta automáticamente bloquea el paso hacia los demás productos. En serio, es infalible, es más seguro que la seguridad de los casinos de las vegas (ya que Brad Pitt nos ha demostrado que se pueden robar fácilmente). Acéptalo, entiéndelooo, NO SE PUEDE, NI SE PODRÁ NUNCA acceder a los productos. Por más que te agaches y metas la mano lo más profundo que puedas, no-se-puede!

Resignado, te paras de esa posición tan vergonzosa y hablas con la máquina:
- estúpida máquina, dame mis bimbuñuelooos! grr

Furioso decides tomar al toro por los cuernos o más bien a la máquina y la empiezas a azotar, jalar, empujar y patear, tanto como tu fuerza te lo haga posible (en mi caso, por ejemplo, es mínimo).

Después de 5 minutos de ridículos intentos, (que fueron vistos por al menos el conserje, el poli, una persona que iba pasando y otro que estaba esperando sacar su producto y en tu desesperación decidió ayudarte a mover la estúpida máquina) y completamente despeinado y sudoroso, por fin obtienes tus deliciosos bimbuñuelos y si tienes suerte un regalo sorpresa que la máquina decidió arrojarte por ser tan perseverante!

Yeiii! ˆ–ˆ 


Feliz, haces las paces y vuelves a tu lugar de trabajo, satisfecho de haber vencido una vez más a la estúpida máquina.
Por fin tienes tu ansiado desayuno, pero sabes que mañana, como todas las mañanas, tendrás que enfrentarte de nuevo a...

"laaa ma-qui-ni-taaaa"







... si todo esto no te dejó exhausto, te reto a que eches un vistazo aquí y veas el universo de maquinitas de Japón... spooky:
http://www.photomann.com/japan/machines/

1 comentario:

Armando dijo...

Yo odio maquinitas...

...les tengo miedo...

...no sé cómo puedes enfrentarlas día a día...

...

:S