... sin llolanda ...

Despierto y después de 5, bueno 15, bueno, 45 minutos me meto a bañar. Mientras me baño pienso qué me voy a poner (eso, la mayoría de las mañanas me ayuda a optimizar mis tiempos).
- Mis pantalones favoritos - los púrpura!
Lalala, salgo del baño, busco mis pantalones, lalala, me los pongo, mmhhpf!
bueeeno, si meto la pancita un poco sí me cierran...
mmhhpf!!
ah! listo!
... zzzzzzzip!

Maldición! He roto mis pantalones favoritos!

Creo que después de pisar un caracol, es la sensación más fea del mundo, romper unos pantalones por gorda.
O sea, una cosa es que un día poniéndote una blusita medio truenen las costuras porque abriste los brazos antes de tiempo, o que se te salga la lonjita cuando te aprieta e pantalón, pero romper unos pantalones... pss, y tus favoritos... psss....

Así que muy triste llegué al trabajo y le dije a mi amiga Dany lo sucedido. Muy animada me dijo que tenía una dieta buenísima que no podía fallar.

[ PARÉNTESIS - Yo odio y siempre he odiado las dietas, siempre he pensado que sólo sirven para torturarte y que prefiero hacer ejercicio y comer todo lo que quiera, a restringirme en la comida, además sólo una vez en la vida había hecho dieta, y fue por dos semanas pa que mi vestido de quince me quedara a la perfección. ]

Pensé que una vez más, como ya varias veces me ha pasado en estos últimos meses, me iba a tener que comer mis palabras y contradecirme de nuevo, ya que no me gustaban las dietas pero que después de romper un pantalón no podía seguirme quejando, así que acepté.
Inmediatamente puse a la práctica esta oh-tan-maravillosa dieta, con la cual estoy aprendiendo a comer. Llevo casi dos semanas y no he chillado ni un sólo día, he aguantado caaaasi sin quejarme todo este tiempo, y como diría Rosito: Sin llolanda!
A veces me dan ganas de ir a la tienda y comprarme mil millones de chocolates, es cierto, pero voy a la tienda y me compro una botella de agua. Vamos, sé que se puede y que un snickers, aunque realmente satisface, no va a hacer la diferencia en mi día (y sí en mis pantalones).

La verdad es que los resultados se van viendo, poco a poco (muy poco a poco), pero ahí están, y eso me anima a seguir comiendo bien, y mesuradamente.
Obviamente me sigue faltando el ejercicio, pero pus a falta de pan... ora sí que no tortilla.

... a veces siento ...

- que se me olvida cómo manejar
- que voy a chocar
- que estoy dormida, despierta
– que estoy más flaca de lo que soy
- que estoy más gorda de lo que soy
- que mis papás no son mis papás
- que vivo en un mundo alterno
- que las cosas pudieron haber sido muy diferentes
- que podría morir de risa
- que mi hermana sigue viviendo aquí
- que extraño demasiado a mi hermana
- que mi hermana ni existe y es sólo un producto de mi imaginación
- que no veo
- que estoy muy enamorada
- que amo demasiado
- que soy muy cursi
- que soy una cabrona
- que quiero llorar, pero me aguanto
- que estoy soñando y en la realidad sigo trabajando en la agencia
- que me quiero ir a vivir a otro lado
- que me quiero ir a vivir con mi novio
- que traigo bichos en la panza
- que puedo explotar en 1 segundo
- que el tiempo pasa muy rápido
- que sigo siendo una escuincla de 18
- que soy muuuy vieja
- que la gente es demasiado ordinaria y me da coraje
- que yo soy ordinaria y me da más coraje
- que me duele el oído y no oigo
- que aún puedo hacer muchas cosas más
- que ya no puedo más
- que mi futuro está en la música
- que canto increíble
- que canto horrible
- que puedo aprender a tocar sax, armónica, teclado y guitarra
- que soy una pelmaza con la guitarra, y que sólo se me ve bien puesta
- que soy muy indisciplinada y así nunca voy a aprender nada bien
- que me caigo
- que me voy a enfermar de lo que se enfermó el de al lado
- que me voy a morir bien joven
- mariposas

... uf!

... el tarot y el doblaje ...

A principios de este año, y motivada por la insistencia de mi (antiguo) jefe Daniel, decidí empezar a tomar clases de locución y doblaje. Él me decía que tendría futuro en esto pues decía que yo tenía facilidad para hacer voces, para narrar y pa hacerle al cuento, aunque esto nunca me lo dijo en voz alta jeje.

Todo fue muy rápido. Un día de enero me lo dijo (como por tercera vez) y pensé: "es cierto, me dan ganas de aprender a hacer eso, además yo jugaba con mi hermana a repetir los diálogos de las películas, y creo que en un futuro no muy lejano cuando decida alejarme de las agencias de publicidad, podría vivir de ello... y básicamente, si no lo hago hoy, no lo haré nunca". Así que como casi nunca, dejé de pensarlo, tomé el teléfono y marqué a la primera escuela de doblaje que encontré en internet.

-Allegro
-Hola, hablo para pedir informes

Sólo bastaron 3 ó 4 minutos de escuchar a la (convincente) persona que había contestado el teléfono (Arturo Ortiz, locutor publicitario) para decidir que desde ese sábado siguiente tomaría doblaje y locución.

El siguiente sábado, a las 9 am, estaba yo en la narvarte, después de echarme un viajecito en metro de casi una hora y dos transbordos, desmañanada, hambrienta y casi casi perdida. Encontré el lugar gracias a las indicaciones de Arturo y tomé mi primera clase. Qué nervios, doblaje, locución publicitaria, radio y actuación.

Cinco meses después me leyeron el tarot.
-Hola, quiero saber de mi trabajo, nada de hombres por favor.
-Ok, veamos. Te quieres cambiar de trabajo, no lo hagas ahora, vas a tener una oferta (la tuve) pero no la tomes (no lo hice o más bien no me tomaron), más adelante recibirás una mucho mejor, ésa tómala, no lo dudes (lo dudé, pero la tomé ˆ–ˆ).
Veo un viaje largo(siempre ven un viaje jaja y siempre los hago, a Mn, lo sabemos).
Estás estudiando (ahí sí me quedé así O_O). Estás estudiando algo que te gusta muchísimo y que representa para ti un gran sacrificio, tanto monetario como físico y social (yo pensé en canto y en doblaje, pues ambas son lo que dijo la chica). Sigue estudiando porque tendrás una gran recompensa.

Han pasado más de 9 meses y muchas clases y hoy estoy más feliz que nunca. Cada viernes en casa temprano, cada sábado desmañanado, cada fiesta interrumpida, cada viaje en metro, cada peso y cada domingo completamente agotada hoy valieron 8 veces la pena! Ahora más me asusta el tarot.

Ayer en clase, la directora, Love Santini (actriz de doblaje) nos invitó a participar en un proyecto en el que haríamos pequeños papeles y pocos loops. Acepté de inmediato. En la noche me deprimí en grande e hice berrinche porque me perdería la fiesta de mi amiga San, estaba demasiado cansada, muy lejos y mi cita era a las 8 am en la narvarte; era muy arriesgado ir, sobre todo con el agotamiento acumulado que cargo estos últimos días. Me sentí vieja, mala amiga, triste y tonta por haber planeado mal mi día. Deprimida me fui a casa a las 11 (como muchos viernes de este año) y dormí.

Hoy, hice 3 personajes distintos, 8 loops laaaargos. Mi primer trabajo como actriz de doblaje fue extremadamente satisfactorio. Recibí felicitaciones y eso fue aún más satisfactorio. Escuché lo que decían mientras grababa y eso fue lo más satisfactorio de todo.

Amo estar en la cabina (doblando o cantando), amo los audífonos, definitivamente mi voz es mi arma y la tengo que explotar más.

Después de mi berrinche de anoche, y de mi satisfacción del día, ya entrada la tarde me dio el ataque de risa más fuerte que me ha dado en toda mi vida (más aún que aquél en que no podía servir leche del cartón y acabé en el suelo de la risa). Reí sin parar al subirme al auto, no se bien por qué empecé a reir, lo que sí sé es que no había razón para continuar riendo por tantos minutos. Lloré y me contorsioné, me dolió la panza y tuve que cambiarme al asiento del copiloto porque no podía parar de reir.
A los cinco minutos me dio otro.

Después pasé una hermosa tarde de chocolate.

Hoy ha sido un buen día.
Prefiero no volver al tarot.