Creo firmemente que la peor crisis que puede tener un ser humano, no es la económica, ni la 'amórica', ni la 'salubridal'; es la creativa. Así es, esta crisis te puede llevar por consecuencia a las 3 anteriores.
Si sufres de crisis económica te pones a ahorrar, eres más cuidadoso con tus gastos, y por supuesto, siempre está la posibilidad de hacer cosas y vender, vender por supuesto tu talento y creatividad.
Si sufres crisis 'amórica', sales con amigos, ves chick flicks, comes helado de chocolate con nueces y pequeños malvaviscos, y escribes poemas o canciones (tristes también valen).
Si sufres de crisis 'salubridal' pues vas al doc, te tomas tesitos, duermes, te chiqueas, te medicas o en su defecto te automedicas y siempre encontrarás alguna manera de sentirte mejor.
Pero si sufres de crisis creativa, NO PUEDES CREAR. No creas nada más que caos. Simplemente como que te ponen pausa y no puedes escribir, no puedes cantar, no puedes diseñar, no puedes dibujar, no puedes imaginar, no nada! Esto te lleva por consecuencia a una crisis emocional y física en la que sufres de dolores de cabeza, frustración, angustia, duda (de tu vida pasada, presente y futura), asco, dolor de ego, ganas de llorar, enojo, disgusto por todo, etc.
A qué se debe esta crisis?
La verdad, no tengo ni la más mínima idea, pero curarla siempre parece más fácil de lo que realmente es.
Cuando un amigo tuyo padece crisis creativa le das mil respuestas, teorías, consejos, y toda una serie de actividades que "de seguro" lo harán sentir mejor (como ver pelis chidas, escuchar un buen disco, ver páginas con onda y actualizarse con nuevas tendencias, ver tutoriales, ver libros buenos, bailar, hacer ejercicio, leer, descansar, dormir, relajarse -sobre todo-, salir al parque, o comer helado). Suena sencillo no? Son cosas que tienes al alcance de tu mano, o de tu pie, que no requieren mucho gasto -en algunos casos son completamente gratuitas- y que tampoco requieren mucho tiempo o esfuerzo.
Y piensas: ¿Pues, qué tan difícil puede ser curar una crisis creativa?
Bien amigo lector, déjame decirte, curar una crisis creativa es más difícil que cantar los ah ah ah ahs que hace Ely Guerra en 'El duelo' en una sola respiración. Es tan difícil como salir de una depresión, de la cual sólo saldrás cuando tú te lo propongas y estés listo para hacerlo.
Hace unos días sufrí de este mal porque se me ocurrió la genial idea de ver el book de un muchacho que está muy muy cabrón (disculpen ustedes por lo del "muy"). Al ver este book me impresioné y empecé a recordar books que he visto muy muy cabrones (disculpen de nuevo). Además estaba sufriendo el mal de la novia dejada al asimilar las noticias de la banda en la que estoy, encima de eso no podía escribir, no podía dibujar (aunque nunca he podido) y no podía cantar decentemente. Estaba a-go-ta-da.
Alguien muy inteligente y dibujado me dijo: "No puedes crear todos los días, no eres una máquina de creaciones".
Obviamente vas a tener altibajos de creatividad en tu vida, y lo único que necesitas es (jaja) ver pelis chidas, escuchar un buen disco, ver páginas con onda y actualizarte con nuevas tendencias, ver tutoriales, ver libros buenos, bailar, hacer ejercicio, leer, descansar, dormir, relajarte -sobre todo-, salir al parque, comer helado y reír, reír y reír.
Así es, cómo uno a veces se puede ahogar porque no ve que la solución es tan sencilla como respirar. Gracias youtube que me permitiste ver a elbita y morir de la risa, gracias tutoriales que me enseñan día a día cositas más lindas, gracias facebook que me traes los books de otras personas que me hacen ver que aún hay mucho por hacer. Gracias al tejido y al surcido que me hacen muy feliz.
gracias (tu) porque... pos nomás porque si.
miércoles, mayo 27, 2009
martes, mayo 12, 2009
... las penas ...
- Paso por tí en 20 minutos.
Le dije.
Sugiero que escuchen esto:
Al llegar a su casa lo esperé cual novio recargado en su coche en espera de su amada, al salir lo recibí con el abrazo más fuerte que pude darle.
Después de tantos meses llegó a la capital, y después de tantos intentos fallidos llegó a mi.
- Hasta que por fín te puedo ver!
- Amiga, me voy mañana.
- ¿Qué? Pero si acabas de llegar!
- Justo cuando venías para acá recibí una llamada, ya tienen mi boleto, me voy mañana.
Lo que era en un principio una bienvenida, se convirtió, en lo que dices 4 palabras, en una despedida. No pudimos hacer nada al respecto más que seguir con nuestro plan de ir a tomar el té y contarnos nuestras penas. Si, nuestras penas, las benditas penas que le ponen sabor a la vida y que duelen como cuando te da gastritis, más o menos así duelen, duelen entre la boca del estómago, el corazón y los pulmones, si, ahí donde empieza la pancita, ahí duelen. Bueno, a veces también duelen en los huesos, en los músculos, en la cabeza, en el ego y hasta en el cabello.
Pues empezamos a soltar aquellas penas acompañados de una deliciosa selección de té negro con durazno y un poco de leche y mucho, pero mucho mango. No se si sabía delicioso porque en verdad lo estaba, o porque cuando compartes tus penas con un amigo se vuelve la carga más ligera, tus enigmas se resuelven, y lo mejor, aunque suene gacho, esque te entienden a la perfección porque están pasando por una situación igual de pinche que la tuya.
Me contó sus dolencias, y lo esuché. Lo admiro por como es, lo admiro porque tiene los huevos de decir las cosas de frente, justo como las siente, y porque él es así, como es y nada más. Lo admiro porque es tan brillante como sensible. Lo escuché hasta que quedó pesando como 10 kilos menos, entre el aire que sacó de hablar y el peso que se quitó de encima.
Después vino mi turno, le conté tantas cosas, tantas como me fueron posible en tan poco tiempo, traté de sacar todo el dolor que provocó ser la mala del cuento sin serlo, ese dolor de cuando uno dice cosas que duelen decir, cuando uno trata de lastimar lo menos posible, y no entiende por qué las cosas son así de jodidas, pero que simplemente son así, mientras irónicamente el cielo se burlaba de mi al permanecer nublado todo el día de ayer, sin sol, y pa colmo terminar lloviendo.
Nos desahogamos y nos abrazamos, platicamos anécdotas de ayer y hoy y fuimos muy felices, hasta que llegó el momento (demasiado pronto) de que se fuera a empacar, pues hoy, se va.
No siendo suficiente la agridulce bienvenida-despedida, pasé a despedirme de otro amigo, mi casi hermano postizo, que justo anoche estaba empacando pues se va a vivir a otro lado a empezar una vida nueva, con trabajo nuevo, con esperanza nueva. Empacó sus cosas, su tele, su xbox, sus pesas, sus papeles, un par de chanclas (porque no encontró el otro par), su ropita, unos cuantos dulces y decidió que mejor no se llevaba a su pequeño Spiderman. Metió todo utilizando los rincones de su auto y hasta una lata gigantezca de cerveza, un gran recuerdo.
Lo más extraño fue que al igual que con mi otro amigo, habíamos tenido varios intentos fallidos de vernos, hasta ayer, que sin importarme la hora, pasé a verlo. Lo voy a extrañar, pues aunque no solía salir con él mucho, lo conozco desde hace más de 15 años, me lleva 5, es como si fuera mi hermano grande, le habla de tú a mis papás, y a mi abuela se la vacila; tiene un asqueroso sentido del humor y una risa contagiosa. Tiene el alma tan grande que en su cuerpo no le cabe, creo que es por eso que tiene pompotas jaja. Es muy noble y trabajador, y revienta como el que más; y no es broma, ha perdido más celulares, que yo dientes en toda mi vida.
Hoy también se va.
Justo anoche pensaba en cuánto me duelen las despedidas, y como me van pegando poco a poco... Obviamente el peor año fue cuando mi hermana se fue (con mentiras piadosas pa que no doliera tanto), una de mis mejores amigas se fue, y mi novio de ese entonces se fue.
Haciendo el recuento de los daños, me duelen las despedidas y me duele el fin de semana que pasé, me duele no querer como quisiera y me duele la sinceridad. Me duele el dolor ajeno y me duele la separación. Y hoy, desahogándome de nuevo con Juno, llegué a pensar que estaría mejor con Lopez obrador ja... aunque sólo fuera broma momentánea.
Si, como escribí en otro post, hay veces que ni modo, así es la vida, a veces florida, a veces jodida y quiero aclarar esa mentira coloquial:
Las penas con pan NO son menos! Ni con galletas, ni con conchita (como alguna vez pensé), ni con té, ni con caramel afogatto (bueno, aunque podría ser ésta una excepción a veces), ni con cigarro, ni mucho menos con alcohol.
Después de estas penas que duelen ahí donde ya dije, concluyo que las penas sólo son menos con el abrazo de un ser querido ya sea familiar o amigo, después de una larga charla liberadora.
Que bueno! Después de tanto abrazo, ahora mis penas son menos, aunque ya qué, los voy a extrañar, eso que ni qué.
Le dije.
Sugiero que escuchen esto:
Al llegar a su casa lo esperé cual novio recargado en su coche en espera de su amada, al salir lo recibí con el abrazo más fuerte que pude darle.
Después de tantos meses llegó a la capital, y después de tantos intentos fallidos llegó a mi.
- Hasta que por fín te puedo ver!
- Amiga, me voy mañana.
- ¿Qué? Pero si acabas de llegar!
- Justo cuando venías para acá recibí una llamada, ya tienen mi boleto, me voy mañana.
Lo que era en un principio una bienvenida, se convirtió, en lo que dices 4 palabras, en una despedida. No pudimos hacer nada al respecto más que seguir con nuestro plan de ir a tomar el té y contarnos nuestras penas. Si, nuestras penas, las benditas penas que le ponen sabor a la vida y que duelen como cuando te da gastritis, más o menos así duelen, duelen entre la boca del estómago, el corazón y los pulmones, si, ahí donde empieza la pancita, ahí duelen. Bueno, a veces también duelen en los huesos, en los músculos, en la cabeza, en el ego y hasta en el cabello.
Pues empezamos a soltar aquellas penas acompañados de una deliciosa selección de té negro con durazno y un poco de leche y mucho, pero mucho mango. No se si sabía delicioso porque en verdad lo estaba, o porque cuando compartes tus penas con un amigo se vuelve la carga más ligera, tus enigmas se resuelven, y lo mejor, aunque suene gacho, esque te entienden a la perfección porque están pasando por una situación igual de pinche que la tuya.
Me contó sus dolencias, y lo esuché. Lo admiro por como es, lo admiro porque tiene los huevos de decir las cosas de frente, justo como las siente, y porque él es así, como es y nada más. Lo admiro porque es tan brillante como sensible. Lo escuché hasta que quedó pesando como 10 kilos menos, entre el aire que sacó de hablar y el peso que se quitó de encima.
Después vino mi turno, le conté tantas cosas, tantas como me fueron posible en tan poco tiempo, traté de sacar todo el dolor que provocó ser la mala del cuento sin serlo, ese dolor de cuando uno dice cosas que duelen decir, cuando uno trata de lastimar lo menos posible, y no entiende por qué las cosas son así de jodidas, pero que simplemente son así, mientras irónicamente el cielo se burlaba de mi al permanecer nublado todo el día de ayer, sin sol, y pa colmo terminar lloviendo.
Nos desahogamos y nos abrazamos, platicamos anécdotas de ayer y hoy y fuimos muy felices, hasta que llegó el momento (demasiado pronto) de que se fuera a empacar, pues hoy, se va.
No siendo suficiente la agridulce bienvenida-despedida, pasé a despedirme de otro amigo, mi casi hermano postizo, que justo anoche estaba empacando pues se va a vivir a otro lado a empezar una vida nueva, con trabajo nuevo, con esperanza nueva. Empacó sus cosas, su tele, su xbox, sus pesas, sus papeles, un par de chanclas (porque no encontró el otro par), su ropita, unos cuantos dulces y decidió que mejor no se llevaba a su pequeño Spiderman. Metió todo utilizando los rincones de su auto y hasta una lata gigantezca de cerveza, un gran recuerdo.
Lo más extraño fue que al igual que con mi otro amigo, habíamos tenido varios intentos fallidos de vernos, hasta ayer, que sin importarme la hora, pasé a verlo. Lo voy a extrañar, pues aunque no solía salir con él mucho, lo conozco desde hace más de 15 años, me lleva 5, es como si fuera mi hermano grande, le habla de tú a mis papás, y a mi abuela se la vacila; tiene un asqueroso sentido del humor y una risa contagiosa. Tiene el alma tan grande que en su cuerpo no le cabe, creo que es por eso que tiene pompotas jaja. Es muy noble y trabajador, y revienta como el que más; y no es broma, ha perdido más celulares, que yo dientes en toda mi vida.
Hoy también se va.
Justo anoche pensaba en cuánto me duelen las despedidas, y como me van pegando poco a poco... Obviamente el peor año fue cuando mi hermana se fue (con mentiras piadosas pa que no doliera tanto), una de mis mejores amigas se fue, y mi novio de ese entonces se fue.
Haciendo el recuento de los daños, me duelen las despedidas y me duele el fin de semana que pasé, me duele no querer como quisiera y me duele la sinceridad. Me duele el dolor ajeno y me duele la separación. Y hoy, desahogándome de nuevo con Juno, llegué a pensar que estaría mejor con Lopez obrador ja... aunque sólo fuera broma momentánea.
Si, como escribí en otro post, hay veces que ni modo, así es la vida, a veces florida, a veces jodida y quiero aclarar esa mentira coloquial:
Las penas con pan NO son menos! Ni con galletas, ni con conchita (como alguna vez pensé), ni con té, ni con caramel afogatto (bueno, aunque podría ser ésta una excepción a veces), ni con cigarro, ni mucho menos con alcohol.
Después de estas penas que duelen ahí donde ya dije, concluyo que las penas sólo son menos con el abrazo de un ser querido ya sea familiar o amigo, después de una larga charla liberadora.
Que bueno! Después de tanto abrazo, ahora mis penas son menos, aunque ya qué, los voy a extrañar, eso que ni qué.
jueves, mayo 07, 2009
... justicia divina ...
Cuando era una hermosa y pequeña niña bitch y racista, alguna vez (seguramente en venganza de algo, puesto que a lo largo de mi vida la única manera en que me he podido vengar de mi hermana es psicológicamente, ya que la fuerza no se aplica en mi, ni tantito) le dije a mi hermana:
- "Yo uso zapatos blancos porque soy blanquita,
y tú negros porque eres negrita"
Entonces Dios me castigó y ahora éstos son mis zapatos
jajaja
- "Yo uso zapatos blancos porque soy blanquita,
y tú negros porque eres negrita"
Entonces Dios me castigó y ahora éstos son mis zapatos
jajaja
sábado, mayo 02, 2009
des-mac-adísima
Pues resulta que hace dos semanas, el monitor de mi querida emac último modelo (en verdad fue el útlimo modelo de emacs jaja) decidió que se iba a apagar.
Así es, estaba yo muy feliz bajando fringe, y estaba muy feliz porque estaba a punto de verla, y además le estaba enseñando unas cosas a mi mama, y en eso piuuuu... que se apaga el monitor, lo mas extraño fue que la compu siguió corriendo normal, la música siguió sonando, pero no podía ver nada... U_U
Este lunes que no fui a trabajar, aproveché y fui con todo y tapabocas a happymac a que me la arreglaran, ahí a la olvidada Heliplaza de lomas verdes.
Bueno, traté de no preocuparme, ya que la dejaba en buenas manos (pues me habían recomendado el lugar)... Y pensé: En fin, siempre me quedará la compu de la ofi, no es como el fin del mundo...
El miércoles el fin del mundo empezó, nos mandaron a trabajar a casa, con todo y compu, y de hecho por ahí alguien dijo:
- ¿Qué no el fin del mundo era en el 2012?
- Pues si, pero en algún momento tiene que empezar no?
Pues llego a mi casa, con mi Imac oficinera, que por cierto qué bonita se ve en mi escritorio, y que la conecto y no prendió jamás, la cambié de contacto, de cable y todo, pero nunca prendió. De la tristeza acumulada de mi compu, fringe, la pandemia ésta de tres pesos, un viaje a veracruz que tuve que dejar por el bien psicológico y microbiológico de todos y el sentir q había descompuesto la compu del trabajo, lloré hasta que me quedé dormida, jaja lo más cagado es que soñé que prendía, y justo le estaba mandando un mensaje a mi jefa pa avisarle de la buena noticia cuando me di cuenta que todo era un sueño.. triste pero cierto.
Y pues ya es sábado y no he tenido noticias de mi querida compu, ni de los de sistemas de la oficina porque obviamente no hay nadie y sufro en mi encierro casero, con la compu de mi papá que me consuela a veces, unos cuantos libros y ejercicios de pompi.
Así que me he quedado en pausa, y eso que la serie ya siguió... del nabo. Me tendré que esperar a verla en tele.
Así es, estaba yo muy feliz bajando fringe, y estaba muy feliz porque estaba a punto de verla, y además le estaba enseñando unas cosas a mi mama, y en eso piuuuu... que se apaga el monitor, lo mas extraño fue que la compu siguió corriendo normal, la música siguió sonando, pero no podía ver nada... U_U
Este lunes que no fui a trabajar, aproveché y fui con todo y tapabocas a happymac a que me la arreglaran, ahí a la olvidada Heliplaza de lomas verdes.
Bueno, traté de no preocuparme, ya que la dejaba en buenas manos (pues me habían recomendado el lugar)... Y pensé: En fin, siempre me quedará la compu de la ofi, no es como el fin del mundo...
El miércoles el fin del mundo empezó, nos mandaron a trabajar a casa, con todo y compu, y de hecho por ahí alguien dijo:
- ¿Qué no el fin del mundo era en el 2012?
- Pues si, pero en algún momento tiene que empezar no?
Pues llego a mi casa, con mi Imac oficinera, que por cierto qué bonita se ve en mi escritorio, y que la conecto y no prendió jamás, la cambié de contacto, de cable y todo, pero nunca prendió. De la tristeza acumulada de mi compu, fringe, la pandemia ésta de tres pesos, un viaje a veracruz que tuve que dejar por el bien psicológico y microbiológico de todos y el sentir q había descompuesto la compu del trabajo, lloré hasta que me quedé dormida, jaja lo más cagado es que soñé que prendía, y justo le estaba mandando un mensaje a mi jefa pa avisarle de la buena noticia cuando me di cuenta que todo era un sueño.. triste pero cierto.
Y pues ya es sábado y no he tenido noticias de mi querida compu, ni de los de sistemas de la oficina porque obviamente no hay nadie y sufro en mi encierro casero, con la compu de mi papá que me consuela a veces, unos cuantos libros y ejercicios de pompi.
Así que me he quedado en pausa, y eso que la serie ya siguió... del nabo. Me tendré que esperar a verla en tele.
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