sábado, agosto 28, 2021

… querétaro …

 Cuando era niña, recuerdo que mi papá nos había dicho que nos mudaríamos a Querétaro… y lo recuerdo más porque lo leí hace poco en unas cartitas que me encontré de la primaria (que ya por cierto tiré por fin después de 30 años) en donde mis amigas me decían que si me iba a Querétaro me iban a extrañar… y pues no. 

En ese mismo cofrecito de cartas, me encontré unas de la prepa en las que de plano mis amigos me despedían así de “te voy a extrañar, y ya te estaré visitando allá”… en esa época en serio creí que nos vendríamos ya a vivir a Querétaro, mi papá de hecho vivía una parte de la semana en Qro y otra parte en Mx. Y pues tampoco…

Hoy escribo desde Querétaro, la pandemia y el destino por fin nos trajeron para acá. Llevamos poco más de un mes, la mudanza fue, en pocas palabras, agotadora. Empezamos a empacar un mes antes para que no se nos juntara todo en la última semana, y con las clases en línea pues sí nos convenía hacerlo con tiempito… pero yo sentí ese mes larguísimo, diario tenía algo que empacar y ya pedía esquina… y eso que memo se echó más de la mitad, y además ni teníamos tantas cosas! 

Además memo se enfermó y yo después, ya creíamos que teníamos covid, pero no. Me salió una perrilla, me intoxiqué con el antibiótico, así una cosa bonita… 

El mero día de la mudanza, hubo lluvia y accidentes en la carretera, los señores de la mudanza se quedaron atorados en San Juan del Río y de plano ahí se quedaron. Nosotros hicimos 5 horas, 5! La primera noche dormimos en un colchón inflable que nos prestaron nuestros amigos y al día siguiente, como a las 10, llegó la mudanza! Logramos poner la casa en mediano orden en 4 días, con ayuda de otros amigos (qué bueno es tener amigos!) y regresamos por los chamacos para ya venirnos definitivamente.











Hemos tenido días buenos y días malos, días en los que todo está bien y días en los que ya no sabes qué vas a hacer…

Hoy salimos al parque, es lo que hemos estado haciendo ya que seguimos en “cuarentena” y afortunadamente aquí hay varios parques muy bonitos. Me senté con los niños y les dije, vamos a platicar…

¿Les gusta que nos hayamos venido a Querétaro?

Y bruno: estás hablando en serio mamá? Es lo mejor que nos ha pasado, está padrísimo aquí, nos encanta! 

Esa era una de mis mayores preocupaciones, que ellos extrañaran mucho a sus amigos o su escuela, o su casa! (Ya que era lo que a mi más me pesaba cada vez que mi papá nos decía que nos mudaríamos) pero al ser pequeños y llevar más de un año encerrados en casa, tomando clases en línea, sin ir a natación o alguna otra clase, pues entiendo que no hay mucho que extrañar, más que tu casa y tus abuelos… 

Pero yo a los abuelos sí que los extraño! 

En fin, empezar en otro lado no siempre es fácil pero tampoco es imposible. En unos días empiezan clases y tendremos más rutina, más distracciones y esperemos que ya pronto logremos vender el depa! 


Así que Querétaro, la tercera fue la vencida!


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