Primera Ley de Newton, de la Inercia
Establece que si la fuerza neta sobre un objeto es cero, si el objeto está en reposo, permanecerá en reposo y si está en movimiento permanecerá en movimiento en línea recta con velocidad constante.
La tendencia de un cuerpo a resistir un cambio en su movimiento se llama inercia.
Sucede que a veces cuando empiezo a bailar no puedo parar, y bailo y bailo y bailo hasta por 6 horas seguidas, sin siquiera sentarme unos minutos para descansar. Del mismo modo me pasa en la vida diaria, trabajo, ensayo, fiesteo, trabajo más, estudio, ensayo más, fiesteo mucho más...
Resisto lo más que puedo ese cambio en mi movimiento.
El problema llega cuando me siento a descansar. Si mi masa corporal entra en reposo está cabrón volverla a poner en movimiento, todo el asunto vale madres y me desconecto completamente.
Me quedo dormida en lugares y posiciones impensables, cabeceo incontrolablemente, bostezo hasta que lloran mis ojitos y la mandíbula se disloca. Me quedo dormida parada, sentada, acostada, cantando (si, cantando, me ha pasado), en el coche, you name it.
Para despertarme es algo un poco más complicado, una hora de reactor a todo volumen apenas pueden empezar a despertarme, seguidas de media hora más de estiramientos, bostezos y acurrucamientos.
"esque yo solo quiero estar con ustedezzzzz"
Es por eso que soy inerte.
miércoles, abril 29, 2009
lunes, abril 13, 2009
... uno más ...
Un año, un día más.
(sugiero escuchar I FOUND A REASON a cargo de CAT POWER para leer esto)
Uno más en el que esta camarita-freaky-fan hizo lo que sabe hacer mejor, coleccionar.
Te presento aquí pues, una pequeña, muy pequeña parte de mi colección favorita, mi colección más grande, mi colección de momentos.
Te ofrezco esta colección de momentos, esta pequeñísima parte de mi, que a lo largo de este año ha crecido gracias a ti.
Gracias a ti soy lo que soy hoy, gracias a ti y a tus enseñanzas, a tu ayuda, a tu dolor, a tu apoyo, a tu alegría, a tus mentiras, a tus verdades, a tus regaños, a tus besos, a tus palabras, a tu silencio, a tu risa y a tu presencia.
Gracias por estar conmigo cuando lo necesitaba y por dejarme sola cuando así lo quise.
Gracias por bailar y cantar conmigo.
Gracias por platicar y escuchar, por pedirme tu opinión y darme la tuya aún cuando no quería oírla.
Gracias por enseñarme todo lo que sabías y gracias por el tiempo que te tomaste cuando no sabías y lo investigaste para ayudarme.
Gracias por la música, el rock, la fiesta, la inspiración, el trago, los gritos, los coros, la noche.
Gracias porque a pesar de que a veces fastidio, te prestaste para estar en mis recuerdos, en mi colección de momentos que acabó por matar, llena de orgullo y satisfacción, a mi cámara.
Gracias por el café, las estrellas, los consejos, el abrazo y por supuesto el kleenex.
Y sobre todo, gracias por existir, por confiar en mi y por permitirme confiar en ti.
Te quiero.
Ahora, aquí la tienes, mi colección acompañada de una canción que, si bien no dice exactamente lo que quisiera que dijera, me gusta mucho la música.
Sólo me robo unos renglones y te los dedico:
Cuántas cosas más puedo guardar?
Cuántas cosas puedo atesorar?
Dulce tentación de dejarlo todo...
Cuánto espacio más quiero ocupar?
-hasta los recuerdos ya no caben en este lugar
Cuántas cosas me puedo llevar?
- la última mudanza debe ser la más ligera
Dulce tentación de dejarlo todo,
Dulce tentación, regalarlo todo...
Toma, te lo regalo.
Gracias por este año tan intenso, y sabes que?
Si volviera a comenzar, lo haría todo exactamente igual.
(sugiero escuchar I FOUND A REASON a cargo de CAT POWER para leer esto)
Uno más en el que esta camarita-freaky-fan hizo lo que sabe hacer mejor, coleccionar.
Te presento aquí pues, una pequeña, muy pequeña parte de mi colección favorita, mi colección más grande, mi colección de momentos.
Te ofrezco esta colección de momentos, esta pequeñísima parte de mi, que a lo largo de este año ha crecido gracias a ti.
Gracias a ti soy lo que soy hoy, gracias a ti y a tus enseñanzas, a tu ayuda, a tu dolor, a tu apoyo, a tu alegría, a tus mentiras, a tus verdades, a tus regaños, a tus besos, a tus palabras, a tu silencio, a tu risa y a tu presencia.
Gracias por estar conmigo cuando lo necesitaba y por dejarme sola cuando así lo quise.
Gracias por bailar y cantar conmigo.
Gracias por platicar y escuchar, por pedirme tu opinión y darme la tuya aún cuando no quería oírla.
Gracias por enseñarme todo lo que sabías y gracias por el tiempo que te tomaste cuando no sabías y lo investigaste para ayudarme.
Gracias por la música, el rock, la fiesta, la inspiración, el trago, los gritos, los coros, la noche.
Gracias porque a pesar de que a veces fastidio, te prestaste para estar en mis recuerdos, en mi colección de momentos que acabó por matar, llena de orgullo y satisfacción, a mi cámara.
Gracias por el café, las estrellas, los consejos, el abrazo y por supuesto el kleenex.
Y sobre todo, gracias por existir, por confiar en mi y por permitirme confiar en ti.
Te quiero.
Ahora, aquí la tienes, mi colección acompañada de una canción que, si bien no dice exactamente lo que quisiera que dijera, me gusta mucho la música.
Sólo me robo unos renglones y te los dedico:
Cuántas cosas más puedo guardar?
Cuántas cosas puedo atesorar?
Dulce tentación de dejarlo todo...
Cuánto espacio más quiero ocupar?
-hasta los recuerdos ya no caben en este lugar
Cuántas cosas me puedo llevar?
- la última mudanza debe ser la más ligera
Dulce tentación de dejarlo todo,
Dulce tentación, regalarlo todo...
Toma, te lo regalo.
Gracias por este año tan intenso, y sabes que?
Si volviera a comenzar, lo haría todo exactamente igual.
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