El otro día me estaba bañando, mientras observaba cómo salía el vapor por la ventana... y esque me encanta sorprenderme y me encanta observar con detenimiento las cosas que me gustan y me llaman la atención. Me gusta ver cómo el vapor da vueltas y hace figuras y espirales mientras se rompe en millones de gotitas de colores. Y mientras hacía esto, me acordé de algo de lo más sorprendente que he visto en mi vida. (Que en realidad no se si sea tan sorprendente jaja pero para mi sí lo fue)
Cuando iba en 6º de prepa, un día de invierno tuvimos una hora libre como a las 8 de la mañana. Yo iba en área 1, y pues la mayoría de las personas que iban en mi salón eran hombres... ¿y qué hacen los hombres en las horas libres? Juegan fut.
Así que se pusieron a jugar fútbol, sí, tan temprano, y cuando acabó la hora libre y regresamos al salón vi algo súper sorprendente. Un compañero, el cual no recuerdo ya su nombre, sólo recuerdo que era muy grandote y alto, ¡estaba vaporizando! Lo estaba viendo a contraluz y veía perfecto como humeaba! Estaba tan sudado y hacía tanto frío que parecía que estaba en una alberca de aguas termales en un lugar helado.
Nunca había visto algo así y nunca lo he vuelto a ver, pero vaya que me sorprendió. Y ahora, en mi nuevo hogar, cada que me baño y veo salir el vapor por la ventana, recuerdo al humano humeante.