He tenido unos días muy agotadores y no había dormido bien hasta que hoy prácticamente me mimeticé con el tapete de foami de mi bebé mientras “se dormía”. Desperté, me arrastré a mi cama y me volví a fundir... escuché a memo llegar a la cama y me volví a fundir... ah creo que en ese momento medio me puse la pijama y bai.
4:30 am llega mi dulce querubin porque se le desarmó su “saiswei” (sideswipe), si, 4:30 am y mi hijo quiere que le arme su mono... se lo armé y el canijillo se metió a mi cama...
Traté (no mucho) de convencerlo de irse a su cama, y más dormido que despierto me pidió quedarse... ¿cómo decirle que no a tu bebé que ya no es bebé?
Aproveché la despertada para ir a tapar a mi bebé y comer unas mordidas de dona.
Lleva casi una hora dormido y ahora la que no puede dormir soy yo, pero qué importa si me puedo quedar a tu ladito, abrazarte (y taparte jaja). Oler tu cabecita, agarrar tus piecitos, y tratar de recordarte así para siempre porque sé que mañana y pasado mañana y todos los días seguirás creciendo y creciendo...
Ahora a intentar volver a dormir porque en media hora me estarás susurrando: mami, ya es de día